...en medio de la noche, un ruido rompió la quietud. Todo estaba oscuro. Aída quiso incorporarse lentamente, tratando de avizorar entre las sombras cuál era la causa de ese estridente sonido que vino a interrumpir su sueño. Parecía que alguien había forzado el viejo portón herrumbrado del fondo.
El entorno parecía desierto. Solo
sombras se atravesaban al compás de una fresca brisa que se colaba entre los
árboles y la luna... La luna -compañera fiel, blanco ojo espectador de la vida
y de la muerte, contrastaba en el cielo como una moneda de plata.
De a poco, intentó levantarse.
Sentía los huesos entumecidos y cierto escalofrío le recorría a lo largo de la
espalda. Quedó atenta, expectante, aguardando descubrir qué pasaba allá afuera.
Un extraño sonido volvió a estremecerla, luego escuchó voces seguidas de
pasos...
Alarmada, hizo de su mano un puño,
huesudo, cerrado, como una garra empecinada en contener el miedo. Se sentía
sola y desamparada. No cabía dudas, alguien había ingresado y se aproximaba
sigilosamente a donde ella estaba. Quería gritar en son de auxilio, pero... a
caso eso le serviría? Sabía que su voz no llegaría a ningún oído por más que se
esforzara. Y si corría? Imposible! hacia dónde? con qué fuerzas? sus piernas
carecían de toda vitalidad, no podría sostenerse en pie por más que lo
intentara. Terminó arrebujada sobre sí misma, como un ovillo de vieja lana
tremendamente enredado... y allí quedó, aguardando lo desconocido, temiendo que
algo muy malo fuera a ocurrir.
Aquellos intrusos se fueron acercando cada vez más. Sus voces se hacían más claras y entendibles. Aída estaba petrificada, sentía el horror como nunca antes lo había sentido... o tal vez sí, solo que muchos de sus recuerdos se habían extinguido hacía bastante tiempo. Su memoria era un desierto, sin embargo, su instinto le anunciaba que estaba ante un inminente peligro.
Su lecho se hallaba húmedo, su
espíritu seco... y así quedó, en el más inmutable silencio, envuelta en
una inmensa soledad e inserta en un infinito miedo... totalmente entregada.
- ¡Ven aquí! -escuchó de pronto.
La voz era de hombre, rasposa y susurrante.
- Espera que ilumino! Encontraste
algo?- respondió otro.
- Sí, creo que sí... acércate y
trae el bolso!
Una blanquecina luz se escurrió
atrevidamente por una rendija para darle en la frente. Sus ojos hacía tiempo
que no tenían contacto con tanta luminosidad. De haber podido, hubiera apretado
sus párpados... mas allí quedó, sin respuestas, aterrada, frente a dos hombres
que al parecer venían por ella... Un ruido más estridente aún que aquel que la
despertó, hizo que vibrara toda su osamenta. Sintió el aleteo de algún pájaro
nocturno, el chirrido de algunos roedores, correteando espantados. Ellos sí
podían escapar. Ella no.
- Vamos, ayúdame, la losa está
rota, aprovechemos!
Sintió que parte de ella se
desmembraba. Ya no su vida, sino lo que quedaba de quien había sido alguna vez
y en algún lugar. Eso fue todo. De ahí en más... nada. Nada de nada. La brisa
dejó de escurrirse por algún recoveco para que ella no la olvidara, la luna se
extinguió de golpe, siendo una vez más, cómplice y testigo, la vieja lechuza
dejó de chistar desde el viejo ciprés... Lejos quedó aquel dulce aroma a
jazmines, que cada tanto le dejaban en nombre de un amor que no
marchitaba. Hoy solo permanece su lápida, enhiesta y sin sentido, contando que
alguna vez, allí descansó:
(Los resurreccionistas*)
*Saqueadores de tumbas
Colaborador de Octubre en LDU 2014:
GABRIELA TUGORES
Mi nombre es Gabriela Tugores, más conocida como Gaby* en el mundo bloguero. Soy uruguaya, de Montevideo.
Me dedico principalmente a las artesanías, artes plásticas y diseño gráfico, además de dejar deambular letras a través de la noche, que es cuando mis musas andan más despiertas.
Mi labor como bloguera, comenzó en agosto del 2005, en un espacio al que titulé: "Espíritu de Utopía y Evasión". Cuando la plataforma en la que me encontraba dio por cerrar, (en el 2010) retomé mi trabajo bloguero en mi rincón actual: "mis letras insomnes", por lo que llevo nueve años de escritos, pinturas y distintas experiencias compartidas. Gracias a este intercambio, me surgieron propuestas interesantes, como el diseño de portada del libro "Ardillas y eucaliptos" del escritor español José Ignacio García, y actualmente, la ilustración de la portada del libro de la escritora Teresa Oteo Iglesia, Orbis Verbum, diseñada por Luis Bernardo Rodríguez, que ya puede conseguirse en Amazon en su versión digital.
También estoy embarcada en un proyecto de ilustraciones para cuentos infantiles, tarea en la que también he incursionado hace unos años ya.
Atraída por la propuesta de LDU, vengo a aportar mi granito de arena, el que espero disfruten.
Y nadie puede dejar de visitar su increíble blog
Y nadie puede dejar de visitar su increíble blog
10 comentarios :
Gaby,lograste meternos en seguida en el clima de miedo que sentía la protagonista, quien, lejos de lo que uno podría pensar al comienzo, resulta estar muerta y expectante dentro de su tumba...ingenioso giro que le da una vuelta de tuerca al tema del terror sugerido.
=)
buena propuesta la tuya, Luis, incentivando al producción de este género en este mes de octubre tan acorde con la temática que más te gusta.
Realmente agobiante y angustioso Gaby*, tengo el corazón encogido, no me esperaba yo a los resurreccionistas :)
Muy bueno!!
Besos!!
Pobre Aída... Sus restos no descansaron en paz. Me resultó un relato tenebroso. Ya ni los muertos pueden estar tranquilos en sus tumbas.
Me gustó tu aporte!
Un beso!
Excelente relato! Escalofriante al ir leyendo cada línea y comprender que se trata de algo más tenebroso que los ruidos y el temor de la Aída.
Un beso enorme.
Un relato impactante, que atrapa desde el comienzo, con un final inesperado, como todo relato de suspenso y/o misterio necesita.
Una vez más, logras sorprenderme (y muy gratamente)
Felicitaciones!!!
RoB
No soy muy del género, pero me gusta a veces y este relato me ha gustado. Me ha parecido genial cuando dices que ellos podían escapar, ella no; da un clima tremendo.
Muchos besos, Gaby*, felicitaciones por tu relato y por estar en este foro.. Y abrazo a Luis Bernardo y le felicito por su iniciativa.
Hola!!
Bastante perturbador, ya de principio daba miedo pero con tal final me quede sin habla, como bien dice Jime, los muertos ya ni pueden descansar en paz.
Muy bueno Gaby !!
Besos.
¡Uuuuu! bastante inquietante el relato, no podia imaginar de que iba hasta el punto final.
me gustan este tipo de relatos, muy bien llevado ¡te felicito!
¡saludos!
Hola a todos coincido totalmente con vuestros comentarios. Aprovecho para agradecer la vista y tomarse la molestia de dejar sus palabras en la entrada de Gabriela. Anuncio que falta un aporte más y muy artístico por cierto. Besos
Impresionante! Empiezas muy fuerte manteniendo en todo momento la tensión, haciéndonos sufrir por la protagonista pensando que algo terrible le va a ocurrir para sorprendernos al saber que hay algo más terrorífico que la propia muerte y es que no te dejen descansar en paz.
Lo bordaste Gaby!
Un beso
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