Pequeñas creaciones
The taste of metal, disintegrator…
c/c
Desde que
vio la obra del escultor Christopher Locke, sintió la fascinación de reproducir
esas miniaturas.
Había creado,
en menos de dos meses, unas treinta y cinco réplicas de las arañas metálicas.
Basándose
en las fotografías del artista, intentó reproducir la técnica e implementar innovaciones.
Utilizó, además de tijeras y navajas; alfileres, vidrio, escalpelos, alambres
de púas y otras materias primas con el mismo patrón: filosas, angulosas y
lacerantes.
Su arte
copiado era intocable, solo se podía contemplar.
Esta fascinación
degeneró en obsesión. Pasaba horas enfrascado en mejorar la estética de los fríos
arácnidos.
Sus dedos,
daban una impresión desagradable. Siempre estaban vendados. A veces, cuando
descubría las vendas, levemente manchadas con el rojo de su sangre, supuraba (es
que el óxido de alguno de los materiales logró infectar sus cortes). Su oficio
dañaba la más práctica de las herramientas de cualquier creador.
Las
pesadillas en las noches, lo mantenían despierto. Aunque su cuerpo llegaba al límite
del agotamiento y quedaba rendido en un sueño que, de todas formas, despertaba
alterado. Había noches febriles, donde la temperatura corporal llegaba a límites
comprometidos, que obligarían a tomar recaudo médico de manera urgente, pero en
las mañanas desaparecían.
Algo de
las alucinaciones nocturnas, comenzaron a invadir su cotidianidad. Especulaba
con procurarle vida a sus tarántulas férreas.
A medio
camino ente Geppetto y el Doctor Frankenstein, invocaba en su mente este mismo deseo.
Un par de
semanas más tarde, una vecina se quejó del olor nauseabundo que provenía del
piso superior. Nadie recordaba, quién residía allí.
Llamaron a
la policía y el espectáculo, cuando abrieron la puerta, fue de lo más desagradable.
Encontraron
el cadáver del artista totalmente mutilado. Presentaba lesiones penetrantes en
las secciones del cuerpo que hallaron dispersas.
La
autopsia era contundente con respecto al ensañamiento con que le procuraron la
muerte al pobre hombre; diversos instrumentos se aplicaron para este fin. De
todas formas, el médico forense adosó la información, que arrojó un estudio de
los tejidos, que presentaban un deterioro anterior al ataque. Probablemente, ya
padecía algún tipo de infección generalizada que terminaría con el mismo
resultado, pero menos cruento.
El caso
quedó inconcluso y siguen las investigaciones del presunto descuartizador.
Por
cierto, en la escena del crimen, no se encontraron rastros de las filosas artesanías.
Christopher Locke: Arte y acero.
Aquellos interesados en conocer sobre este artista visiten su página Hearless Machine / Christopher Locke y las fotos fueron extraídas de la siguiente dirección Escalofrío.com Arañas hechas con tijeras
11 comentarios :
Guauuu!!
Con lo poquito que me gustan las arañas ya lo has acabado de rematar; casi prefiero dar vida a Frankenstein que a un ejército de arañas aunque no sean peludas...
Impresionante!
Un beso.
Todas las obsesiones terminan mal. Pero ésta particularmente me da miedo, si hay algo que me provoca escalofríos son las arañas con sus patas peludas!!!
Genial tu micro.
Un abrazo Luis
Gracias Teresa y Sindel por sus comentarios y sus colaboraciones que hacen de este Especial algo mucho mejor de lo que pensé que sería!! Este es mi favorito de los cinco que escribí, las imágenes me inspiraron, me gustaría que lo leyera el creador de estas singulares criaturitas. Un abrazo a todos estoy contestando sus amables mensajes
Lo siento, mi Espanol es muy malo. Pero me gusta mucho esta historia. Leí la traducción en Inglés. Muchas gracias por las amables palabras.
Estoy super emocionado con tus palabras. Mil gracias por tomarte tiempo en contestar mi mensjae.
Les comento a los lectores que el anterior mensaje es de Christopher Locke, creador del arte en acero y metal ( mi relato fue inspirado en su obra). Me puse en contacto con él a través de su página web y por twitter. Mil gracias!!!
Un relato realmente escalofriante, no me gustaría encontrarme con esas lindas y raras arañitas!!
Enhorabuena!!
Un abrazo!!
Gran relato Luis. Eduardo Manustojeras pero en versión terrorífica. Las arañas son animales que crean repugnancia, creadas en acero y metal dan una impresión diferente y algo fascinante.
Un abrazo y buena idea esta de los relatos de terror,
Patricia O. Mil gracias por leerlo. Estas pequeños pedazos de metal pueden asustar realmente!!
José Vte, muy agradecido por tus palabras y me alegro que te guste el especial y que te hayas animado a participar. Está terminando pero quedará permanente los enlaces a las distintas colaboraciones.
Luis, tú segurito que estás encantado con que Mr.Locke te haya leído y comentado pero a lo que yo me refería es que es él el que se tiene que sentir halagado de que su obra haya inspirado este pedazo de micro!
Un beso:)
uuy me encantooo:D te sigo y por cierto que dificil fue encontrar tu blog xd tienes agregada la cuenta de google y no sale nada de tu blog XDD haha cuando comentes si no es mucho pedir dejas el link por fiss x_x.. Tienes un blog increible me gusta mmucho :D muack saludoos
Gracias Teresa. En lo personal es mi micro favorito de los cinco que escribí. Espero que así sea.
Génesis gracias por unirte al blog, estamos en contacto y tengo que solucionar lo del perfil y mi blog, aunque no sé cómo, jeje
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