QUE TE MUERAS |
Maldecir y lanzar
injurias es, hasta cierto punto, algo irreflexivo pero natural en
todos. Nadie mide las consecuencias ni los daños de las palabras,
porque nadie entiende el grado de impacto que puede causar en el
otro. Ahora lo entiendo (tengo miedo de mis palabras), me atemoriza
hablar sin pensar lo que estoy diciendo.