Este especial se nutre de varios colaboradores, aquí un nuevo relato de impecable pulso narrativo. Al final encontrarán el enlace donde encontrar más relatos del autor.
Catarsis
Con experta delicadeza, el
asesino depositó en el suelo el cuerpo inerte de la mujer, luego se paró unos
segundos para contemplarla detenidamente; era una mujer muy joven y desde luego
era extraordinariamente bella. Se esforzó grandemente por percibir un poco de
compasión hacia ella, pero le fue imposible. Si logró, en cambio, aumentar
intensamente la excitación que le producía la visión de aquel desmadejado
cuerpo que mantenía una obscena postura perfectamente calculada. No podía
evitarlo, se sentía poderoso y gratificado por un profundo placer sexual que
con cada sacrificio iba acrecentándose. ¿Cuántas eran, dieciocho?, si, el delirio
que sentía con cada nueva conquista, aumentaba considerablemente al de la
anterior.
Se preparó para la ceremonia. De
uno de los bolsillos de su gabardina sacó una pequeña caja que abrió con
ansiedad. En su interior, ordenadamente dispuestos, había un trozo de tiza
blanca, un cuchillo y una pequeña cámara de fotos digital.
Cogió la tiza y comenzó a dibujar
alrededor del cuerpo de la mujer. Lo hizo lentamente, recreándose con exagerada
precisión, silueteando perfectamente todo el contorno de aquel hermoso cuerpo. Cuando
terminó guardó la tiza y sacó la cámara de fotos. Durante un inacabable periodo
de tiempo, el asesino, sacó fotos sin cesar de su víctima inmóvil. Lo hizo desde todos los ángulos posibles
y desde todas las distancias imaginables, pero no la tocó, ni siquiera la rozó.
Aquel no era el momento.
Fue entonces, mientras miraba por
el visor de la cámara, que pudo ver como unas
lágrimas resbalaban por las mejillas de su víctima. Acercó su rostro al
de ella. Sus ojos se movían rápidamente de un lado para otro, parecían querer
gritar lo que su boca no le permitía. Sin duda estaban implorando.
¿Piedad, pedían piedad?, eso no
era posible. Pero eso ella aun no lo podía saber.
Con calculada parsimonia, guardó
la cámara de fotos y sacó el cuchillo, era muy pequeño, manejable y estaba extremadamente
afilado, tanto como un bisturí quirúrgico. Los ojos de la mujer parecieron
volverse locos. El terror que reflejaban era absolutamente indescriptible,
quería salir de allí, golpearle la cara, correr, pero era imposible, sólo sus
ojos obedecían las órdenes de su cerebro, que a su vez parecía próximo al
estallido de puro horror.
-
¿Tienes miedo?-
Preguntó el hombre.
-
Se que no puedes
hablar, tampoco puedes moverte, la toxina que te he colocado en la bebida es
extremadamente potente…, te preguntas que va a suceder ahora..., es inevitable
que vas a morir…, tú no lo podrás ver…, pero créeme, si lo podrás sentir. – la frialdad del asesino aun la
enloquecía más.
Un rato después, cuando él se
cansó de aquel juego macabro, acercó el afilado cuchillo hasta el entorno de
los implorantes ojos de la joven y con la precisión de un cirujano los fue
cercenando, lenta y metódicamente.
La mujer aun tardaría unos
minutos en morir, pero el nunca pudo saber con certeza el momento exacto en que
eso ocurrió. Tampoco le importó
Valencia – 05-11-2011 - José Vte. García
José Vicente García es un clásico colaborador de la convocatoria de los jueves desde su espacio, que invito conocer y comentar:
Además, mantiene dos blogs muy interesantes:
Me despido, esperando sus comentarios a esta entrada y deseando que sigan disfrutando del Especial Octubre en LDU, dejando una frase que identifica a nuestro colaborador como a sus espacios:
"Lo importante es tener algo que decir, algo que sentir, algo que expresar."
9 comentarios :
"Passeu passeu...de les tristors en farem fum...casa meva és casa vostra..."me acuerdo, es más la subí al blog hace tiempo en ocasión de otro relato, gracias por el comentario !oh benvingut!
Este asesino de los patológicos, escalofriante, me recuerda a Jack el Destripador pero con cámara, es muy parecido al protagonista de Peeping Tom, 1960,dirigida por Michael Powell. Fotógrafo obseso, asesino despiadado, como el de tu relato. Frase a frese me ha puesto pelos de punta, lo trágico es que la monstruosidad humana no cesa, lo enfermizo se retroalimenta.
Magnífico y casi insoportable, felicitaciones José, nos vemos.
Gracias Luís por esta joya del terror, puro, duro, enfermizo.
Oj!! Menuda carnicería... mira que hay gente imaginativa para crear el horror y disfrutarlo, con tanta creatividad ya podrían aprovechar la energía para escribir relatos como éste, alguna víctima nos ahorraríamos... ;)
Un abrazo a los dos.
Amigo Luis, he releído el relato envuelto en la potente música que suena en tu blog y entre las sobrecogedoras imágenes que has colocado, y juro que me ha entrado miedo, jaja. ¡Jo que duro se ve así!
Muchas gracias por colocarlo en tu blog en este especial.
Muchas gracias también a Natalia y a Censura por sus comentarios. Es verdad que no es lo que suelo escribir habitualmente, aunque si que me gusta mucho el terror tanto en literatura como en el cine.
Supongo que el que vaya a mi blog de relatos pensará que tengo un grave problema de bipolaridad, jajaja.
Un abrazo a todos.
Gracias por comentar y en especial a José Vte por compartir su trabajo en el especial.
Me agrada saber que te ha gustado como luce la entrada y ese impacto que describes. Además, la primera y última fotos son de las víctimas de Jack el destripador, como dijo Natália.
Un abrazo Verónica y lamentablemente hay personas que no les alcanza la perversa imaginación que poseen y lo terminan llevando a la práctica
Ay! qué miedo me está dando este valenciano! cuaquiera le mira mal, que te quita la miopía gratis y encima disfruta con ello...
Impresionante!
Besos a todos.
jaja genial comentario Tere!!
Teriri, ¿necesitas gafas?, jo,jo,jo
Yo me operé hace poco, si llego a saber tus capacidades ocultas te habría esperado jejeje, pero ahora veo divinamente muchas gracias :))
Muy bueno este micro José, y pensar que esto pasa en la vida real, gente que disfruta con el sufrimiento ajeno. Ojalá fueran solamente relatos.
Un abrazo.
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