Sombras
de
la noche
Ya es casi de madrugada cuando por fin
he podido terminar ese trabajo urgente que mañana hará feliz a mí jefe. Miro la
hora que me confirma lo tarde que es. Me arreglo deprisa y cierro aliviado la
puerta del despacho. Parece mentira, pero hasta que no piso la calle no caigo
en la cuenta de la cantidad de horas que llevo encerrado en aquella oficina
delante del ordenador, de lo agotado que estoy y de lo mucho que necesitaba saborear
el aire fresco. Camino, respirando la noche con tanta parsimonia que el autobús
que debía de coger se marcha vacío de la parada. Enojado conmigo mismo salgo detrás
de él agitando con frenesí las manos y gritando para que se detenga, pero no lo
hace. El conductor o no me oye o no quiere oírme, aunque sí que me parece ver
sus ojos fijos clavados en mí a través del espejo retrovisor y como una irritante
sonrisita aflora a sus labios. Tras un buen rato persiguiéndolo desisto, no hay
manera humana de alcanzar ese vehículo que vuela más que corre por la desierta
avenida. Maldiciendo, me agacho con las manos sujetando mis rodillas y resoplando
con pesadez, necesito tomar aire. Pienso en que la he hecho buena, éste era el
último autobús y viviendo al otro lado de la ciudad no me queda otro remedio
que coger un taxi o ir caminando. Saco la cartera. Como siempre, no queda
dinero en ella. Rebusco entre mis bolsillos y solo consigo reunir tres miserables
euros; un taxi a esas horas cuesta unos doce. Resignado me digo que quizás no
sea tan mala idea regresar a casa andando. Estoy cansado, pero hace una noche
estupenda con una hermosa luna llena, ideal para pasear relajadamente y pensar.
Al fin y al cabo en casa no hay nadie esperándome.
Las calles permanecen desiertas y en
silencio, solo roto por unos gritos lejanos producto sin duda de alguna pelea. Me
cruzo con alguien que, como yo, agacha la cabeza con recelo mirándome de reojo,
y con un mendigo que arregla sus cartones en el chaflán de un comercio. Miro el
reloj, la una y diez, llevo veinte minutos caminando y aun me quedan otros
tantos. La tranquilidad empieza a romperse cuando escucho el eco, amplificado
por el silencio, de unos pasos desacompasados detrás de mí. No miro hacia atrás
porque no quiero expresar temor, pero la realidad es que ya he girado dos manzanas
y el insistente sonido de esos pasos a mis espaldas comienza a ponerme un poco
nervioso.
Discretamente acelero la marcha. El murmullo
de las pisadas también se acentúa. Giro una avenida y me escondo en un portal. Quiero
aguardar a que mí perseguidor pase de largo. Espero un par de minutos, pero no
pasa nadie. Salgo del patio y me asomo. Está desierta. Noto que estoy sudando y
me rio de mí mismo al caer en la cuenta de que he pasado un poco de miedo. —La oscuridad
está llena de temores y de ruidos — pienso. Algo avergonzado silbo mentalmente
una canción para intentar relajarme, pero la calma dura poco, enseguida vuelvo
a escuchar otra vez pasos detrás de mí. Esta vez sí, esta vez me giro de golpe
y me parece ver como una silueta se escabulle entre las sombras de la apenas
iluminada acera. No sin cierto temor me acerco. Es un callejón oscuro. La
respiración se me acelera enormemente. Saco el móvil e intento hacer algo de
luz. Busco, pero allí no hay nadie. Inspiro profundamente y guardando el móvil
salgo del callejón. Creo que me estoy volviendo paranoico
Después del susto sigo vagando por las
calles despobladas, intento calmarme tras caer en la cuenta de que en realidad
no ha pasado nada, todo ha sido producto de los miles de ruidos producidos por
la propia noche y amplificados por mi enorme sugestión. Hoy ha sido un día
largo y sin duda estoy más cansado de lo que creía.
De pronto vuelvo a oír de nuevo los pasos,
pero ahora no escucho uno si no muchos pasos a la vez. Me giro y mi inquietud
se transforma en pavor cuando veo perfectamente como un grupo de figuras rechonchas y sin forma definida avanza
a paso ligero hacia mí. Sin preguntarme siquiera de donde han salido salgo
corriendo. Ellos también aceleran su marcha. Ahora sí que estoy verdaderamente
asustado y siento que no puedo pararme. El corazón me late con furia y corro
todo cuanto puedo. Logro mantenerlos a distancia. Cada poco giro la cabeza y
los veo detrás de mí persiguiéndome, sigilosos e inexorables. Al cabo de varios
minutos siento que tengo la garganta seca y entonces caigo en la cuenta de que estoy
gritando con todas mis fuerzas. Corro, maldigo y grito cuanto puedo. Noto como el
cansancio se va apoderando de mí. Mis piernas se vuelven de corcho. Me caigo.
Como puedo me levanto y continúo corriendo. Sudo, lloro, grito. Vuelvo a mirar.
Las sombras siguen detrás, incansables y jugando con mi terror. No alcanzo a distinguirlos
porque en ningún momento se acercan lo suficiente. Con angustia veo que comienzan
a salir más figuras de otras calles que me obligan a desviarme por callejuelas
poco iluminadas. Mi cuerpo y mis piernas aguantan por pura supervivencia. Siento
mis venas y arterias hinchadas, densas e inundadas de puro pánico. El flato en
mi costado me duele enormemente y el corazón parece a punto de estallarme. No
hay un alma por ningún sitio, no pasan coches, las luces de ventanas y balcones
están apagadas, nadie se asoma a pesar de los gritos, no sé qué ocurre, no sé
quiénes son ni porqué me persiguen, sólo sé que no puedo dejar de correr.
Al fin me siento tan exhausto que casi me
arrastro, a punto estoy de desistir y abandonarme cuando al atravesar uno de aquellos
pasadizos sin apenas iluminación, algo o alguien salido de la nada me golpea
con fuerza lanzándome a varios metros. Pierdo el conocimiento.
Muy despacio voy abriendo los ojos. Noto
como la fresca brisa de la noche humedece mi cara. Me siento aturdido, pero casi
no tengo dolor y el cansancio parece haber pasado. Por un momento creo que todo
ha sido una pesadilla, producto de un día tan pesado. Me devuelve a la realidad
un olor nauseabundo que impregna por completo el ambiente; una figura tapona mi
visión de las miles de estrellas que pueblan el cielo. Mareado como estoy muevo
los ojos intentando distinguir entre la difusa luz. Cuando logro ver, el horror
se instala definitivamente en mi cabeza. Lo que tengo delante de mi vista es un
ser deforme y grotesco de apenas medio metro. Sus brazos, pequeños y llenos de
bulbos, contrarrestan con unas manos grandes y poderosas, terminadas en unos
dedos unidos entre sí por una especie de membrana, y su cuerpo, abultado y
repulsivo, está envuelto en sucios harapos. Pero es su cabeza la que de verdad
me llena de espanto. Es rugosa, deforme y desproporcionada al resto del cuerpo.
Dos grandes agujeros en el centro de su cara se mueven de manera espasmódica
encogiéndose y produciendo unos desagradables silbidos y lo que parecen ser su
ojos están completamente separados y ocultos entre un mar de pliegues. De su
boca, que raja de parte a parte toda su cara, sobresalen grandes y negruzcos
dientes y entre ellos borbotea un líquido gelatinoso y rojizo que chorrea
encima de mí. Es un ser subhumano y ancestral, semejante a un repugnante
batracio.
Y me habla. En realidad no mueve la
boca, pero mi cerebro se inunda de palabras que hablan de oscuridad, de edades remotas
y de la adrenalina producida por el miedo como sustancia vital. Torbellinos de frases
cuentan su historia y retumban en mi mente que lentamente se va apagando, es
entonces cuando un minúsculo rayo de la hermosa luna llena me permite ver como un
montón de seres repulsivos y deformes se disputaban entre sí el festín de mis
últimos restos. Dentro de unos segundos no quedará nada de mí que pruebe que un
día caminé sobre la tierra y bajo el sol. Pronto, lo que un día fue mi cuerpo formará
parte del ciclo de unos tiempos arcaicos ya olvidados.
Es hora de develar quién
se esconde detrás de las sombras y desde el misterio absoluto nos escribió este
magnífico relato…
Este autor tiene una
novela muy personal, varias antologías en la que participa y otras en las que
ha sido el creador. Vamos a ir desglosando a través de los enlaces que invito a
visitar estos proyectos. Comenzamos con su blog personal:
Si visitaron el sitio ya descubrieron
al autor pero igual mantengamos el misterio…
Ahora invito a dar “me
gusta” a la página oficial de su reciente novela:
Por último, también
comentar que participa de la brutal antología llamada “Umbral a la locura” que se presenta el 7 de Noviembre en la Feria de Valladolid (España) en el marco de la convención de Castilla y León Cylcon 2015 y que su
relato se titula UN VIENTO EN LA
PENUMBRA.
Obviamente, espero que
todos visten los sitios que mencioné y se dejen atrapar por el talento que
nuestro Autor X posee.
Vale la aclaración que todos
los enlaces que agregué al final de cada colaboración acceden a la compra de las
publicaciones que nuestros autores están promocionando. Está de más decir que
si se sintieron intrigados por ellos y sus historias, sería genial que
adquieran sus libros. Todas las entradas tienen el sello de calidad LDU, es decir: vayan a comprarlo ya!!!! (aclaro que
soy lector de estos autores y certifico la calidad innegable de sus trabajos,
jaja)
Dicen que una imagen vale
más que mil palabras, así que es hora de adjudicar el último aporte en el mes
del terror a…
8 comentarios :
yo lo adiviné antes de ver tu revelación.
Y es interesante como el hecho cotidiano de perder un colectivo, el hecho de no llevar dinero suficiente para un taxi, puede convertirse en algo mortal.
Si hubiera estado en mejor forma física...
Uff... Por fin puedo respirar, me ha tenido todo el relato sin poder hacerlo. Me ha superado el suspenso, cada línea que iba leyendo me iba adentrando más en el cuerpo de ese pobre hombre, perdido quién sabe donde, y con todos esos personajes persiguiéndolo.
Me ha gustado mucho el final, es el cierre perfecto para tan buena historia, que desde el principio mantiene en vilo al lector.
Por supuesto al poco tiempo de leerlo supe que era él, es único en su manera de escribir, siempre perfecta y que engancha desde el inicio.
Mis felicitaciones a mi querido compañero de antología, qué lujo es poder disfrutar de sus textos. Y qué buena sorpresa nos has dado Luis, es escritor sorpresa nos ha sorprendido como siempre.
Un abrazo enorme a ambos.
Excelente!...muy buen relato, que pone los pelos de punta y atrapa al lector desde el inicio. Felicitaciones a este señor X (que ya se quién es!) y a vos, Luis que has creado esta serie de entradas a propósito de este mes de "miedo"
=)
Jajaja y yo que creía que el relato también era X y solo era el autor jajaja
Por supuesto que adiviné la identidad de Mr.X je je
El relato impresionante, te agarra y no te suelta hasta el final, su calidad literaria habla por sí sola.
Enhorabuena a x por su colaboración y qué penita que se nos acaba Octubre, espero que pronto nos sorprendas con alguna otra sorpresa, Luis.
Muchos besos a los dos!
Impecable!! Y sí... yo pensaba que no podía faltar. Qué grandioso eres José Vicente. Cómo nos has ido llevando por esa encrucijada de calles y miedo. Realmente lograste que la historia nos atrape, literalmente... solo que hemos salido con mejor suerte que el protagonista.
Te deseo muchos éxitos en todos tus emprendimientos, y me enorgullece poder compartir ese Umbral a la locura junto a tí y al resto de los compañeros, todos geniales y talentosos!
Y a vos Luis... qué decirte que ya no te he dicho?, valoro enormemente la iniciativa, por lo que participar ha sido más que un gusto, ya sabes que cuentas conmigo para lo que se te ocurra armar! :D Fue un gran mes de Octubre, si señor!! Mis felicitaciones a tí y todos los que participaron!
Besos!
Gaby*
Es un gran relato, lleno de suspenso es escalofriante. Sabía que Mr. X era Mr. García desde un principio. Es un escritor con mucho talento, que sigo en los Jueveros. Muy creativa la presentación de este incognito, Luis.
Beso
Bueno, a mi tampoco me ha sorprendido la identidad secreta,ni por supuesto la calidad del relato sabiendo que venía de José Vicente...
El relato va alcanzando poco a poco unos niveles de terror alucinantes hasta la traca final, con esa estupenda descripción del bicharraco ese (qué asco por Dios)y el horrible final del protagonista...pobre!
La verdad es que esta semana final ha sido de infarto,terroríficamente pavorosa...lástima que ya se acabe.
Te felicito míster X !!!
Un beso
Gracias a todos por vuestros comentarios. Vaya, parece que no me puedo escapar, ni siquiero yendo como infiltrado. Supongo que eso de que todos me reconozcan por mi manera de escribir es positivo, jaja.
Para mí ha sido todo un placer participar y quiero darle las gracias a Luis por dejarme la oportunidad, así como también darle mi enhorabuena por todos estos trabajos que ha podido reunir en este especial Octubre 2015, rezuman calidad y originalidad por todas partes. Me siento muy orgulloso de haber participado.
Gracias amigos; enorme trabajo Luis.
Un abrazo y seguimos leyéndonos.
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