Bienvenidos, estoy escuchando un poco de música para relajarme y comenzar a escribir esta entrada.
Seré como una especie de guía turística por el blog que obtuvo el Premio B en su I Edición 2012.
Desde el origen.
En su primera entrada, nos lanza una frase que funciona como boomerang, porque es para nosotros, pero vuelve hacia él...
QUIEN SOY
Es que, tal vez, la información que solemos dar a los que no nos conocen, nos produce dudas. Es decir, trabajamos, estudiamos, nos gusta leer, somos de aquí o de allá, nacimos en determinada fecha, nos gusta tal cosa, dejamos de gustar otras...
Un sin fin de datos, pero quiénes somos en realidad, eso hay que descubrirlo de a poco. No es que todo lo que escribimos nos explora en un cien por ciento, pero algo se puede intuir de nuestras creaciones.
Por lo tanto, al momento sabemos que Alfonso Alday es chileno, se considera joven y lo parece, también que es estudiante universitario. Se define como cuentista urbano y nos invita a dialogar con él, a medida que nos presenta sus historia.
Un comentario en una red social de escritores.
Conocí al Sr. Alday en una red de escritores, comentarios de por medio, llego a su blog:
ETERNO ANTAGONISTA
Ese primer cuento que leí de nuestro amigo, me llamó muchísimo la atención.
El argumento nos va llevando a una historia de penurias, dolor y hambre. Supo imprimir en su protagonista, una visión que no permitía otra cosa que la compasión por las tristes circunstancias que la chica estaba viviendo.
Justo en el momento en que, como lector, sentiríamos una empatía por la muchacha, la historia gira completamente a una dirección inesperada ( cuando digo inesperada, realmente no exagero). Luego, al volver al releer el texto, nos encontraremos con información muy sutil, palabra recurrentes, que por algún motivo ignoramos o decidimos no profundizar.
Un verdadero hallazgo, un excelente relato. Además hay que agregar, que la redacción es cuidada y hay revisación en la presentación. Escribir bien, no es solo tener una buena historia entre manos, también hay que tener sumo cuidado para que el interés no se pierda entre faltas ortográficas y puntuación en lugares equivocados. Esto último, en teoría parece fácil, pero les aseguro que no lo es.