A cargo de
Jose
Vte
Garcia
Esa mañana me encontraba sólo en la casa que habíamos estrenado hacía
poco y que seguía oliendo a nueva por todos los rincones. Mi mujer estaba
trabajando y yo todavía disponía de algunos días de vacaciones. Tenía que salir
para realizar unas compras y fui al aseo para darme un ligero afeitado. Cuando
abrí la puerta me sobrecogí. La luz estaba encendida y la habitación
completamente llena de un denso humo provocado por el vapor de agua. En medio
del baño, de pie, se encontraba un niño de apenas seis años que, completamente
desnudo y chorreando agua, me miraba fijamente a los ojos a la vez que gritaba
suplicante:
—¡Por favor, mira en la bañera!
Incapaz de reaccionar me quedé petrificado mirando al niño. ¡¡¡Nosotros
no teníamos hijos!!!. Justo en ese momento comenzó a sonar el timbre de la
puerta de la calle de una manera insistente y tenaz. El estridente sonido me
estaba volviendo loco. Durante varios segundos dudé, no sabía bien que atender
o que hacer. El niño seguía mirándome suplicante. Por fin decidí salir
corriendo hacia la puerta. Cuando llegué, la abrí alterado y me sorprendió ver
que allí no había nadie, también el timbre había dejado de repente de sonar.
Maldiciendo volví corriendo al lavabo. Para mi sorpresa el niño había
desaparecido y el cuarto de baño se encontraba completamente normal.
No me lo podía creer, la escena había sido tan real que casi habría
podido tocar al niño. Pero estaba claro que todo había sido producto de mi
imaginación. La casa volvía a estar tranquila y en silencio. Tembloroso me
acerqué a la cocina, me senté y puse a hervir una infusión con intención de
calmarme. Aquella tarde, cuando se lo conté a mi mujer, le restó importancia
con evidente guasa.
Con el tiempo la visión se convirtió en la anécdota que solía contar,
inyectándole mucho dramatismo, en las charlas entre amigos sobre temas ocultos
y misteriosos que en ocasiones teníamos. Hasta que finalmente la olvidé.
Pasaron los años, hacía ya varios que me había jubilado y ahora
entretenía las apacibles tardes leyendo en mi viejo sillón. Es lo que hacía en
esos momentos cuando sonó el timbre de la puerta. Mi mujer y mi hija hacía poco
rato que se habían ido y pensé que algo se habrían dejado para regresar tan
pronto. El timbre seguía sonando de una manera estruendosa e impulsiva. Me
estaba alterando los nervios. Gritando entre tanto estrépito avisé que ya iba y
cuando enfadado abrí la puerta vi que allí no había nadie el timbre también había
dejado de sonar. Fue entonces cuando, como en una revelación, volví a recordar
y lo vi todo claro. Corriendo todo cuanto me daban las fatigadas piernas,
recorrí el largo pasillo hasta llegar al cuarto de baño, cerré los ojos durante
un instante y abrí la puerta de golpe. Una enorme nube de vaho caliente salió
del aseo, el suelo estaba completamente inundado de agua. Me acerqué a la
bañera y allí estaba mi nieto, completamente hundido dentro del agua.
Angustiado y tembloroso cerré el grifo, saqué al niño y pude comprobar que aun
respiraba. Con manos temblorosas me dispuse a reanimarle dándole unos cachetes
en la cara a la vez que intentaba hacerle lo más parecido a un boca a boca que
supe, las lágrimas apenas me dejaban ver.
Afortunadamente el niño reaccionó y entonces pude distinguir que de
sus labios, ligeramente morados, emergía una leve sonrisa, creo que era de
agradecimiento.
Un rato después, ya algo más calmado y con una infusión entre las
manos, conseguí recordar como el niño, al poco de marcharse su madre, se había
echado el vaso de cola-cao de la merienda encima y yo le había permitido darse
un baño, luego… simplemente me había olvidado.
Ya nunca pude borrar de mi memoria lo sucedido. Incluso ahora,
recluido en este hospital para viejos olvidados, es el único recuerdo que me
une a lo que un día fue mi propia vida.
Valencia
23/02/2012
Jose Vte. Garciía Torrijos
Colaborador de Octubre en LDU 2014:
Jose Vte Garcia Torrijos
Mi
nombre es José Vte. García Torrijos. Soy lector infatigable desde la infancia y
sobre todo un gran amante del cine. En general disfruto casi con cualquier
género pero especialmente me gustan los de temática social y suspense o género
negro. No llevo demasiado tiempo escribiendo y, aunque siendo joven firmé algún
guion corto para cine, sin ninguna pretensión ni resultado, ha sido ahora que
dispongo del tiempo y el conocimiento cuando he sentido la necesidad de
expresarme por medio de la literatura.
Escribo
básicamente relato corto y, aunque me atrevo con cualquier género, me manejo
bien con las historias que hablan de personas, sus sentimientos y emociones; he
tratado en varias ocasiones el tema de la discapacidad en mis relatos, siempre
desde un punto de vista emotivo y de superación.
En
2011 publicaron uno de mis primeros relatos “Despertar” en el periódico local
MVT Informa Mislata.
En 2012 auto publiqué un libro con 24 relatos al que llamé “DESPERTAR”,
por el doble significado entre el título anterior y la nueva vida que me veía
obligado a afrontar.
También en 2012 organicé y dirigí una antología basada en la profecía maya
sobre el fin del mundo que se publicó de forma gratuita con el título de “CRÓNICAS
DE LA MUERTE DULCE” y en la que participaron 40 relatos y 22 autores
distintos; yo mismo participé con varios relatos y un poema.
En 2013, uno de mis relatos fue seleccionado como uno de los ganadores y
formó parte de la antología del II Concurso de Microrelatos Falleros del diario
Levante-EMV.
En aquel año 2013 es escogida una de mis historias para la antología de
relatos de terror AMENTIA que está publicada en versión digital (e-pub)
y próximamente lo hará en papel.
Gestiono dos blogs:
Durante gran parte de 2013 y 2014 he mantenido cerrada toda mi actividad
literaria, de colaboración y blogs para centrarme en la labor de escribir mi
primera novela, ya terminada: “SUEÑOS DE ESCAYOLA”
SINOPSIS: Durante las décadas de los 50 y
60 del siglo XX, una terrible epidemia asoló el mundo. Era el virus de la
polio, silencioso y cruel, que se cebó casi exclusivamente con la población más
indefensa, los niños.
La mayor parte de los que sobrevivieron
quedaron con terribles secuelas paralíticas para siempre y muchos fueron
recluidos en sanatorios y hospitales, a veces durante años.
Esta es la historia de Pablo, uno de aquellos niños. Una historia dura de lucha
y de superación, de lágrimas y de dolor, pero también de sonrisas, aventuras,
amistad y esperanza.
Una historia de vida…
Sueños de escayola es una novela intimista y sincera que narra, en primera
persona y casi al oído desde la perspectiva que da el paso de los años, las
vicisitudes de un grupo de niños con polio y en especial de Pablo y el mundo
que observa tras los muros que rodean uno de aquellos sanatorios en la España
de 1969. Sus enormes ganas de vivir, sus pensamientos y reflexiones de un
entorno que no siempre entiende, dibujan una realidad plagada de personajes y
vivencias y muestra como ese tiempo difícil e inolvidable marcará su vida para
siempre.
9 comentarios :
Qué gusto leerte José Vte! Siempre con tus relatos impecables, donde no falta ni sobra detalle alguno.
En este caso al principio se me pusieron los pelos de punta con esa escena que aparece y desaparece, luego va tomando más intensidad hasta que cierra perfectamente. Menos mal que dentro todo no tuvo un final trágico, aunque eso de estar viejo y olvidado me da pena.
Te felicito por este texto impactante y te mando un brazo enorme.
Me ha gustado un montón tu colaboración.
Abrazote utópico, Irma.-
Impresionante!!
Ese niño que no presagiaba nada bueno y un final duro e impactante.
Muy bueno, valenciano!
Besos!
Un excelente relato, que tensiona desde el primer episodio con la aparición del niño. Toda una antesala, una premonición de un final que no esperaba. Realmente un gusto leerte, internarme en la historia y acompañar al protagonista en su angustiosa experiencia.
Espero sigas obteniendo éxitos en este camino literario que tan bien vienes llevando adelante.
Besos!
Gaby*
Un excelente relato! Me ha enganchado desde el principio con la extraña aparición del niño que luego se ve que es como el mensajero del futuro para advertir al abuelo del peligro que corría su nieto. La historia es magnífica y muy bien contada.
Te felicito!
Un beso
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, me alegro que os haya gustado. Y gracias a Luis por su magnífica idea de estos octubres de terror, es una buena ayuda para que ssquemos nuestra parte más oscura.
Un abrazo a todos.
¿Puede ser que ya lo haya leído?
No me da más escalofríos porque el agua estaba caliente, brrrrr.....
Abrazos, compañero.
Muy intenso en verdad, una premonición que al menos tuvo un buen final, aunque solo y triste haya terminado él.
Muy bueno!
Besos.
Un relato extremecedor, me engancho sin perderme una letra. Y que bárbaro, un final que me dejo aterrada. Muy buena la trama de tu protagonista, un presagio para salvar la vida del nieto. Genial aporte!
Besos
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