Mr. Deadly #11 Résistance
Mr. Deadly se despertó con la sensación
de no saber dónde se encontraba, tal vez fue la consecuencia de haber estado
tanto tiempo alejado de nuestro blog.
El día transcurrió sin muchos
sobresaltos, excepto por su media hora de jornada laboral, en la que estuvo
produciendo el doble de su rendimiento habitual. Él intuía que este mes iban a
acontecer cosas especiales y daba por sentado que necesitaría un dinero extra
para los imprevistos.
Ya eran las 16:00 hs. y salió a la calle
a dar una vuelta y disfrutar las horas que le quedaban por vivir. A esta altura
ya no sentía ninguna angustia al momento traumático es más, lo tomaba de manera
natural aunque no del todo complaciente.
Llegó a la plaza principal y había un
número importante de personas reunidas que proclamaban contra el terrorismo.
Así fue como se enteró del atentado en Francia, el bombardeo en Siria y nombres
de grupos que todos le adjudicaban los repudiables actos que acontecieron.
Mr. Deadly sintió la necesidad de subir
a ese escenario y contar desde su experiencia personal sobre la vida y la
muerte. Quería dar a entender que hay que estar en paz para aceptar las cosas
que suceden pero sobre todo, luchar para evitar todo lo que sucede mal. También,
se imaginaba listo para reprochar las reacciones bélicas que estaban
aconteciendo luego de la tragedia, pensaba en el estado islámico como un perro
rabioso y esta especie de cachetazo provocaría más ira. Declararía que todos
son responsables de la actual situación y si el mundo está al borde de una
nueva guerra o en estado de alerta, los responsables son aquellos que
ejercieron el poder por los intereses creados. Plantearía un paralelismo entre
fundamentalismo religioso y la dogmática necesidad de alimentar al sistema
mediante petróleo.
Mr. Deadly se sentía poderoso y con una
fortaleza indestructible enfundada en palabras. Lo cierto es que, mientras
quería avanzar entre la masa de concurrentes iba topándose con varios
responsables del acto, uno de ellos le preguntó si había cambiado su foto de
perfil en Facebook y había colocado el fondo con la bandera de Francia y Mr.
Deadly negó. Otro pregunto si, cuando se enteró del atentado había compartido
por Twitter alguna foto del Boulevard Voltaire o al menos de la torre Eiffel
cuando estuvo de vacaciones y Mr. Deadly negó. Finalmente, uno menos paciente
le increpó si había estado en Francia alguna vez o tenía alguna bandera
francesa para lucir sobre el estrado y Mr. Deadly negó.
Desafortunadamente, Mr. Deadly se dio
cuenta que una protesta podía ser una pose y una revolución pacífica una moda
pero principalmente, cayó en la cuenta que las buenas intenciones son puro
marketing. Desilusionado pero ni tanto,
pegó la vuelta para volver a su hogar, cuando escuchó desde los parlantes a un
eufórico expositor gritar: François Hollande, la concha de tu madre.
Entonces el pánico se apoderó de la
multitud que supuso que se venía la debacle, con musulmanes explotando a sus
costados o disparos provenientes de su vecino más cercano. El miedo tiene un
efecto viral como si se tratara del video sexual de algún famoso y fue así que
cientos de pies y calzados atropellaron la humanidad de Mr. Deadly que sucumbió
a la marcha. Mañana con seguridad desertará con un petit dolor muscular.
18:32 |
4 comentarios :
"François Hollande, la concha de tu madre!" jajajajajajajajaja.
Muy bueno, Luis!
oooh me encanto jaja
besos
A dónde ha ido a meterse este Mr, Deadle! Hoy nos presentas una entrega que no está exenta de una cuota de humor irónico, pero que tampoco se aleja de la realidad. Lamentablemente, nuestro protagonista, lejos está de poder comprender cómo funciona el mundo, y menos de expresar como lo siente él. El final, fue inevitable. A esperar ahora, un nuevo aire de vida.
Besos!!
Gaby*
Un recorrido muy actual de Mr. Deadly! Toda una aventura llena de realidad y con un final que me encanta.
Besos.
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