Conspiraciones recurrentes.
La figura se mueve entre la vegetación. Espía el entrono para no ser descubierto, y le pregunta al que va a su encuentro: -¿Qué planeas hacer?
Con pasmosa indiferencia el otro contesta: -lo mismo de siempre; acostarme con su mujer. Es poco de lo que me puedo agarrar con el material que dispongo, nada nuevo se puede esperar si soy su mejor amigo-.
Resignado ante la respuesta la figura dice: - ¿Qué se le va hacer? Es tan básico este tipo, siempre recurrir a lo mismo. Por mi parte, voy a continuar con la trama de la bancarrota, los cheques sin fondo que emití y el remate de su hogar, para saldar las deudas con el banco. No hay otro movimiento siendo su socio durante tantos años-.
Ambas figuras se mueven en la espesura del extraño jardín, que era como una sala de espera. Uno hace un gesto con la mano y le grita: -Queda para otro día, este sedespertó-.
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