que caracteriza tu persona, y me dabas hasta satisfacerme
el alma mía, que se contagiaba de tu risa gemela,
en las noches heladas, en los perfumados días,
en los de poca ropa, y, hasta en los de hojas caídas.
Me alimentabas tú, con esa clase de paz, apaciguabas
las aguas rojas de mis venas, que se descontrolaban
y enfurecidas, muchas veces lastimaban sin querer,
y al meterte en mis venas, te transformabas en un yo,
y yo en un tú.
Me alimentabas tú, en aquellas aventuras, en ese
"A donde nos lleve el viento", investigando lo
desconocido, aquellos dos locos primos, descubriendo
el mundo este, podrido de vicios,
fuimos unos sabios.
Me alimentabas tú, enseñándome a ser gente,
donde ya no la hay, donde la confianza se encuentra
solo en el diccionario, me abriste la puerta de tu
corazón y de tu alma y me dejaste entrar, gracias,
por dejarme conocerte, por siempre abrirme ese rincón
tan tuyo, que ahora también es para siempre mío.
Me alimentaste y aún me alimentas en la distancia
porque con tu voz, tus palabras y tu risa lejana, aún
te siento conmigo, aún me alimento de ti y crezco como
ser humano, que increíble lo que logras,
es una bendición del señor sin duda alguna...
Y me alimentarás por siempre amigo,
porque este amor tan supremo, tan limpio, tan desinteresado,
es un milagro del cielo. Y esos amores nunca mueren,
se transforman por siempre en leyendas y alimentan
a otras almas como tú, Mi ángel, lo hiciste conmigo.
Agradezco por alimentar Letra digital Uruguay, con vuestra colaboración,
y a todos lo que deseen hacerlo, escriban a mi e.mail (lbrodrig@gmail.com)
con sus datos que los identifiquen par poder publicarlo.
Un gran abrazo a todos
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