Sinfonía
del terror II
Por Demiurgo
de Hurlingham
Una noche de luna llena, en un casa antigua, era el lugar
era un lugar propicio para la inspiración de un extraño músico. Una inspiración
oscura, que le permitió acceso a sombríos conocimientos, para abrir puertas a
otros mundos. Mundos donde su música podía servir como ambientación de una
reunión muy extraña.
Música funcional para una extraña reunión.
-Tedio opresivo- dijo con fastidio, un recién llegado a
una lóbrega mansión. Otros hubieran sentido aprensión, temor o el terror en
grado extremo. Parecía un lugar diseñado para lo oscuro, con iluminación que
producía sombras, con decorados de color rojo oscuro.
Pero el recién llegado se sentía desilusionado.
- Otra vez soy el primero en llegar. Sólo y aburrido-
continuó pensando, en voz alta- Y cuando lleguen los otros, no va cambiar.
- ¿Hablando solo?- dijo una mujer atractiva, con un rostro
que llamaba la atención, con una expresión despectiva.
- Estaba recordándolo que pasó la vez anterior. Yo cumplí
con traer lo indispensable para esta reunión, para esta reunión que se supone
tiene cierto efecto afrodisiaco. El año pasado una mujer, con cara de buena y
con estilo de periodista de televisión se puso desenfrenada…con otro, un
invitado impuntual. - Tenés que aprender a ser sociable.
La respuesta fue un gruñido.
Los invitados fueron llegando, incluso la mujer descripta
por el primer invitado.
- ¿Ya está la cena?
- No sé. Cada año es un nuevo fastidio. La vez pasada, a
alguien se le ocurrió es que no volvamos
protocolares. Ahora, a alguien se le ocurrió incorporar a una de esas cocineras
con veleidades. Y que está tardando mucho.
- ¿Por qué no vamos a ver si está lista?- Preguntó ella.
Pasaron a otra sala, aun más inquietante, detalle que
parecieron no tener en cuenta. Sobre una mesa, encontraron recostada a una
mujer, de pelo castaño, entre condimentos y utensilios de cocina.
- Les presentó a Tessa Oblivio- les dijo el primer
invitado a los invitados-
- No puede ser- dijo a verlos- No me digan que me quedé
dormida.
- Sí, te quedaste dormida. Y la cena se sigue retrasando.
- Disculpenme.
Tengo algunos aperitivos preparados mientras esperan.
Tessa Oblivio los distribuyó unas copas preparadas, con
vino rojo sangre.
- ¿Hay alguna regla de protocolo con respecto al vino?
- No. Sería inadmisible. Y es bastante fastidioso
incorporar a una cocinera, para que además nos volvamos protocolares.
- Todavia faltan algunos preparativos, pero pueden ir
pasando- dijo Tessa, ignorando las protestas.
Los guió a una tercera sala, todavía más inquietante.
- Esperen que prepare el condimento. Les va a gustar.
- Basta de prolegómenos. No necesitamos una cocinera para
esto- dijo el invitado malhumorado, quitando una sábana, dejando ver a una
prisionera atada con las manos en la espalda, adormecida, amordazada.
- Esperaba una reina del grito- se quejó un invitado- Esta
no es ni una princesa.
- Lo lamento, el cazador les falló este año- dijo
malhumorado- Pasa que se han vuelto menos indefensas. Y la verdad que no sé si
vale el esfuerzo con ustedes…
La prisionera despertó y vio la situación, aterrada. Su
terror se acrecentó cuando vio a quien se había definido como cazador.
Sintió un alivio,
cuando vio que la mujer despectiva se apoderó de una hoz de plata, que estaba
sobre la mesa, y se interpuso entre ella y los invitados de tan especial reunión.
- No puedo permitir esto. Es inadmisible.
La prisionera la miró, con expresión suplicante.
- ¿Por qué no?
- ¿Por qué? ¿Todavía se atreven a preguntar por qué?
Porque quiero el vestido.
- Está reservado para mí. Lo pedí como pago por mis
aderezos.
- Entonces quiero los zapatos.
- Por mí está bien- dijo Tessa.
Y el cazador hizo
una expresión de indiferencia.
- Entonces, continuemos- la mujer con expresión
despectiva, que fue remplazada por una sonrisa cruel.
La prisionera comenzó a gemir bajo la mordaza.
- Mmmh, mmmh…
- Música para mis oídos- dijo el cazador.
En la casa antigua, el músico protestó.
-Música para mis oídos. Que poco criterio para la música.
Ya no queda gente que aprecie lo que hago.
- A mí me gusta- dijo una voz de mujer.
El músico vio que había una mujer recostada sobre el
mueble, que estaba en frente de él. Era notablemente pálida, su rostro estaba
cubierto con una capucha. Parecía ser una mujer bella y siniestra.
- ¿Un admiradora?
6 comentarios :
Una peculiar reunión y de lo más original, no faltan sorpresas de última hora, pero esto tendrá que continuar no??? no nos puedes dejar así!!
Un beso!
al perecer no sóo falta el final, que nos dejas a todos con las ganas de conocerlo, también te falta insertar el inicio, donde el narrador tiende a explicar no sólo el lugar, también la hora de la reunión y del porqué de los invitados, quienes son? si son vampiros o simples mortales que les encanta la carne humana, esta vez me has dejado muchas dudas y muchas preguntas....
La verdad que a sido un relato algo inquietante, con varias interrogantes por descubrirse, me dejo algo confusa.
Quiero mas Demiurgo !!!
Besos
¿Alguien puso excelente? Que sorpresa.
Por lo visto hay varias coincidencias en cuanto al final y sobre algunas preguntas. Tal vez necesite revisarlo para una futura versión corregida.
Tal vez haya dejado algunas pistas sin proponermelo. El personaje que se define como cazador insinúa que tal reunión tiene cierto efecto afrodiaco. Y la mujer de expresión despectiva usa una hoz de plata para detener los impetus oscuros de los demás. Así que podría ser una reunión de licantropos, con un oscuro refinamiento. Podrían creerlo que lo son o serlo de verdad.
En cuanto al final, me pareció que era evidente. Nada salvará a la víctima, ni la mujer que pareció defenderla ni el músico, que me parece muy siniestro, más interesado en que se aprecie su música. Y que parece haber encontrado una fan.
Claro que puedo estar equivocado y que de para más. Así que acepto sugerencias.
Gracias por los comentarios.
No se Demiurgo, sigo sin comprender mucho, en mi caso creo que debo releerlo de vuelta, tal vez con tu explicación lo interprete mejor.
Me lo leí de un tirón tiene buen ritmo y está lleno de misterios a resolver, que pueden ser resueltos o no, pero no deja de ser un relato lleno de suspenso y esa era la consigna para este especial. Así que bien por vos Demiurgo.
Un abrazo.
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