Mara Laira
y
Mr. Deadly
Un tiempo después de la última cita…
Mara Laira en el estudio de escultura de su amiga Atalanta, llegada desde un mundo
paralelo siguiendo a alguien…En algunas ocasiones se ha contado esa historia.
Estaba vestida sólo con una bata, porque ella era el modelo vivo.
Atalanta le dijo que se había suspendido la clase de dibujo, del estudio de al lado. Y algunos
habían decidido a pasar por la clase de escultura.
Mara Laira les habló sobre las condiciones.
- Miren, pueden quedarse, si apagan los celulares, porque los ringtones no
son bienvenidos. Y no pueden permanecer sino dibujan.
Uno de los estudiantes escuchó de buen humor. Era Mr. Deadly.
Estaba tan obnubilado por el nuevo encuentro, que casi ni reparó que
Atalanta estaba vestida con un peplo, dórico muy corto. Era atlética y
atractiva.
- No distraigas a la modelo…-le dijo la escultora, interrumpiéndose ante
una seña de Mara- Tienen unos minutos, pero nada de citar canciones.
- Que gusto verte- le dijo Mara- ¿Qué estuviste haciendo?
-Tratando de crear estrategias para sobrevivir.
- Que curioso. Yo estoy ocupada por mi origen. Dicen que soy una entidad,
pero… ¡Que agradable sorpresa! No sabía que te gustaba el dibujo-
-Descubrí que la pintura no es tóxica y que los lápices son blandos… Vine a decirte algo, pero me quedan pocas palabras para desarrollar la
idea. El verdadero mensaje que te llegue y me arriesgo a sonar
grosero y a intimidarte. Lo que quiero decirte es: que me encantaría “garc#ar”
contigo…
Atalanta al escuchar semejante ordinariez y todavía profanando su atelier;
donde el arte estaba en su esencia más pura, brotó de ira y levantó la mano
para emitir un grito que censurara la actitud de Mr. Deadly. Lamentablemente… ese furibundo movimiento de
brazo provocó una caída de una de las estatuas y así como fichas de dominó, en
cadena fueron golpeándose una con otras hasta que se volcó la quinta pieza
justo sobre la cabeza de Mr. Deadly. Fue una horrenda muerte, porque antes que
lo golpeara y le fracturara el cráneo, apretó los dientes justo cuando tenía la
lengua fuera y como una ofrenda cayó a los pies de Mara. Mañana sufrirá los
efectos secundarios, probablemente por lengua larga la sentiría acalambrada
para empezar un balbuceante despertar.
Hora del deceso:
en menos de 400 palabras.
RELATO ESCRITO POR DEMIURGO DE HURLINGHAM
Relato escrito
por LuisBernardo Rodríguez
Gracias a los que comentaron
y al anfitrión por la excelente oportunidad de unir dos personajes y realizar
algo un poco distinto. Invito a leer más datos sobre la encantadora Mara en EL DEMIURGO DE HURLINGHAM
Afortunadamente, también me
sirvió la ocasión para darle un cierre final a la propuesta “Este Jueves un
relato” en LDU. Tuve la suerte, de crear interesantes trabajos y en una ocasión
conducir este evento.
Saludos a todos y nos estamos
leyendo…