MR. Deadly*
6
Nuestro protagonista se despierta, como habitualmente lo hace, con su
clásico daño colateral post mortem. Hoy, con una iracunda actitud irracional
contra el universo. Unas ansias de maltratar al mundo y sus integrantes. Es un
capricho casi de infante, sin explicables motivos. En pocas palabras, se
despertó alunado.
Sin cepillarse los dientes, sin quitarse las lagañas, sin peinarse y sin
intenciones de combinar colores y texturas en su vestuario, sale a la calle
como un animal rabioso que solo quiere morder.
Con su mejor ceño fruncido afronta las hirvientes avenidas de la ciudad.
Le sangran las encías de apretar la furia, y los nudillos casi parecen navajas
filosas, listas para cortar con suerte aleatoria.
A dos cuadras del trayecto, Mr. Deadly se encuentra con el registro
civil. Lugar donde las parejas deciden culminar la etapa de noviazgo para
adentrarse en la misma sensación de unión pero legalizada.
Luego vendrán; en algunos casos, el arrepentimiento y la desesperación,
pero que un buen abogado con su noble arte logrará quitar dichos males.
Mr. Deadly avanzaba por la vereda, y directamente al cruce con el grupo
de amigos y familiares de la reciente pareja comprometida ante la ley, que
saldría del juzgado.
Armados de granos de arroz esperan la llegada de los novios.
Mr. Deadly, en ese instante, resuelve detener su paso y contemplar la
tradicional ceremonia de lanzar deseos cargados, en esas semillas simbólicas,
desde las palmas de las manos. Especuló; que tal vez si se acercaba un poco,
quizás, recibiría un poco de las bendiciones. Esos anhelos que otorgan prosperidad,
fertilidad y abundancia, según la vieja tradición de origen europeo occidental.
Desgraciadamente… la trayectoria de uno de esos minúsculos granos
bendice de lleno una de las vistas de Mr. Deadly. El ardor y la momentánea
ceguera provocan que nuestro amigo pierda la orientación. Aturdido entre el
bullicio del gentío y su movimiento, tambalea, y para abrirse paso usa sus
brazos extendidos y aleteando.
En un momento de la confusión, Mr. Deadly apoya ambas manos en los
pechos de la flamante Señora de…, provocando el enojo del estrenado esposo y
los amigos de él.
El pobre Mr. Deadly sale despedido a patadas contra la calle, cayendo de
bruces sobre el duro cemento. El producto de la caída fue una fractura en la primera
vertebral cervical, que lo deja inmovilizado. Hubiera sido solo una parálisis,
pero justo en ese momento, retrocedía el auto que llevaría a los novios, y que
su conductor no registro a Mr. Deadly inválido en la acera. Con determinación,
el coche pasa por encima a Mr. Deadly, apretando su caja torácica y aplastando
su contenido y produciéndole una muerte inmediata.
Del coche, antes de su final solo vio la calcomanía de una carita feliz
y la leyenda “HAVE A RICE DAY”.
Mañana, será otra muerte. Por cierto, el reloj de Mr. Deadly sufrió un
retraso considerable, cada vez más lejos de su noche.
Hora del deceso
14:30
* Mr. Deadly es un personaje que aparece los días viernes en LDU, con
algunas ausencias de vez en cuando. Si bien es una unidad, no es necesario
realizar una lectura capítulo por capitulo. Así que les dejo el enlace que
corresponde a todas las entadas a nuestro muy mortal amigo:
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